En este artículo te traemos 5 razones por las cuales podrías no tener éxito en tu profesión. Tomá nota que arrancamos:
1- Despreciando pólizas por su bajo primaje o porque no tenés ganas de hacerlas. Decir, por ejemplo, que «esto no lo trabajo porque no me rinde, porque no me es rentable»…
Vamos al caso de microseguros como el seguro para celular o bicicleta. También nos referimos al autito que tal vez tiene ya sus años de antigüedad o una moto 110. Decir que no a esos riesgos, simplemente porque la cuota es baja o porque no lo consideramos rentable.
Esto es un error, porque recordemos que es un cliente nuevo, el cual puede crecer con el tiempo, o a su vez también, puede tener otros riesgos o referidos para traernos.
2- No hacer un buen análisis de selección de la compañía con la que vamos a trabajar.
Muchas veces nos motiva e incentiva dos o tres puntos más de comisión, y terminamos eligiendo compañías que tal vez no nos dejen bien parados a la hora de un siniestro o en términos de plazos de respuestas. Esto repercute en el cliente, ya que seguramente no nos vuelva a elegir y tampoco nos recomendará. Además, nos va a generar mucho más trabajo y estrés.
3- Decir no a un riesgo por no estar seguro de cómo se maneja o no tener conocimiento suficiente para trabajarlo.
Este es un grave error, porque muchas veces no tenemos que ser nosotros quienes sepamos todo en relación a la suscripción de un riesgo, sino que es importante también apalancarse de la compañía seguros, de nuestra organización o de alguien que sepa y que nos ayude a llevar a cabo ese asesoramiento.
4- Trabajar como un lobo solitario en la profesión.
Hoy más que nunca es importantísimo generar redes de trabajo. Debemos compartir con nuestros colegas diferentes problemáticas y situaciones, además de cómo la enfrentó y superó cada uno. También se hace fundamental tener un equipo para distribuir tareas. En fin, trabajando en conjunto podemos llegar mucho más lejos, porque nuestro techo va a ser mucho más alto. En cambio, trabajando solos, vamos a tener el problema del tiempo. Nuestro techo va a ser el tiempo que tengamos para dedicarle al crecimiento de nuestra profesión.
5- Caer en la tentación de asesorar en base a la comisión que me va a dar la compañía, y no con la necesidad del cliente.
Muchas veces llevamos a un cliente contratar algo que tal vez no cubre su necesidad, simplemente porque vamos a ganar un poco más de comisión o porque el precio más alto, siendo que en realidad nuestra atención tiene que estar enfocada en resolver justamente las problemáticas que nos plantea el cliente.
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